Que no hablen de amores prohibidos
quienes nunca han tenido que amar a escondidas
y fingir ante los demás que no le amas.
Que no hable de amores prohibidos
quien jamás ha dicho en secreto un te amo,
sufrir porque quieres gritarlo a los cuatro vientos,
pero sabes que no puedes.
Que no hable de amores prohibidos
aquel que en un lugar a solas y oscuro
nunca sintió la adrenalina de un beso apasionado.
Que no hable de amores prohibidos
quien jamás en su perfil expresó ese amor
sin destinatario.
Que no hable de amores prohibidos
quien nunca construyó castillos en el aire
y sufrió por fantasías.
Que no hable de amores prohibidos
quien nunca sintió quemarse de pasión
en las llamas de un infierno silencioso.
No, nadie puede hablar de amores prohibidos
sino sintieron alguna vez
ese nudo en la garganta por el secreto,
las manos atadas y llenas de caricias,
la boca estallando de besos sin destino,
el alma partiéndose por mirar a quien se ama
y no poder correr a sus brazos.
Porque lo prohibido no está en el amor,
sino en las leyes de los que creen entenderlo.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario