13 de Octubre de 2011
Que no daría yo, por empezar de nuevo,
a pasear por la arena de esa playa blanca.
Que no daría yo, por escuchar de nuevo
esa niña que llega tarde a casa.
Y escuchar ese grito de mi madre
pregonando mi nombre en la ventana
mientras yo deshojaba primaveras
por la calle mayor y por la plaza.
Que no daría yo, por empezar de nuevo,
para contar estrellas desde mi ventana.
Vestirme de faralaes y pasear la feria
hasta sentir el beso de la madrugada
y volar a los brazos de mi pare
y recibir el brillo en la mirada
para luego alejarme lentamente
a un tablao a bailar por sevillanas.
Que no daría yo, por escaparme
a un cine de verano
en donde alguien me daba
el primer beso de amor,
que no daría yo, por escaparme
sentada junto a él en ese parque
viendo como se ponía el sol.
Que no daría yo, ay,
por sentarme junto a él en ese parque
y oyendo el ruido del mar,
y oyendo el ruido del mar.
2 comentarios:
Un poema precioso, pero lleno de añoranzas. Espero que no duelan demasiado y que sirvan para recordar bellos momentos.
Es un place leerte, Sofía
Vaya par de pipiolos estábais hechos, bueno todavía lo estáis, jejejeje.
El poema muy bonito y con un buen ritmo.
Salu2.
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