sábado, 19 de octubre de 2013

Dia Internacional del Cancer de Mama.

 
 Háblame de tus noches inciertas
del daño, que esconde tu cuerpo,
de goteros recorriendo tus venas
para curar el mal de tu pecho.

Cuéntame tus inquietudes,
cuéntame todos tus miedos,
no quiero que de mí dudes
y me cuentes tus desvelos.

Amiga dale ya la espalda,
que al final se aburrirá,
al verte fuerte y erguida
el bicho malo se marchará.

Uniremos nuestra fuerza,
lucharemos hasta el final,
hasta verte amiga curada
y liberada de todo mal.

¿Ves, como valió tu empeño?
¡hiciste muy bien en luchar!
ya todo será un mal sueño
del que tendrás que despertar.

Ya lo conseguiste amiga,
tu fuerza venció al bicho,
le ganaste la dura batalla
al no consentir su capricho.
 
 
 
Me miro en el espejo y veo…
mi cabeza pelada, no tengo pelo.
mis ojeras negras del tratamiento.
Pero mis ojos, ¡ay mis ojos!
Al mirarlos veo en ellos
que sonríen,
que saltan las chispitas doradas
de toda mujer enamorada.
Es la vida, la ilusión por llegar
y… llegare hasta el final.
Miro a mi alrededor y puedo
saber que aún ellos me necesitan…
Luchare sin desfallecer.
 
 
 

martes, 8 de octubre de 2013

Te llueven los ojos.

¿ Te llueven los ojos ?
Ay mi amor
la lluvia es ingrata
¿ves?

Se abate sin piedad
sobre nuestros recuerdos,
me abandona tantas veces,
sin importarle lo mucho
que quisiera
acostumbrarme a vivir sin
tu hechizo.

La lluvia se filtra
como tus palmas
sobre mi piel,
me duermo
en la remembranza
de tu mirada
sudada

Vivir sin ti?
como podría
con la lluvia
ahogando tus palabras

Con la lluvia ...

El ciclico baile
del eterno retorno,
la suavidad de la brisa,
la tempestad de tu amor contenido.

La lluvia, siempre ...
como una constante.
Compañera fiel
de tristes momentos
solitarios,
de instantes de comunión,
de siglos de ausencia.

La lluvia...
se escabulle con la sutileza
del pensamiento,
y la precipitación
de la emoción.

La lluvia, ese llanto
continuo que imprime
seca, enrieda, marea.

La lluvia, siempre ...
a pesar de la tristeza
y el abatimiento,
a pesar de las soluciones
erroneas,
o la negación

Y sin embargo...

Te quiero,
a pesar de la lluvia
y a través de ella,
como una particula
de atmosfera evaporada
caigo ante el calor de tu mirada

Ay la lluvia, la lluvia
como una pesadilla
de lamento y resignación
sin causa aparente.

Me llueve tu mente
como una anegación
de ideas confusas
y organizadas

Y el lazo es tan fuerte
que ni aun la lluvia
puede deslucirlo,
y permanence en el abrazo
a través de las distancias
ficticias de las obligaciones
y los compromisos,
a través de los esfuerzos
por sergarlo.

Y se hace más fuerte
conforme pasa el tiempo
y se enriedan nuestros cuerpos
en un mar
de aparente indiferencia.

La lluvia... siempre la lluvia
como testigo de
nuestros egoismos,
y nuestras caridades.

¿Te llueven los ojos
mi cielo?
o ¿es solo el eco
de un amor que quiere germinar
y no dejamos?


Publicado por: Solcito. Buenos Aires